La ambición jamás se detiene, ni siquiera en la cima de la grandeza.
El esclavo sólo tiene un dueño; el ambicioso, tantos como personas le pueden ser útiles a su fortuna.
Aléjate de aquellas personas que tratan de empequeñecer tus ambiciones. Las personas siempre actúan así. Los realmente grandes te hacen sentir que tú también puedes ser grande.
El ambicioso es un esclavo de lo que desea, el hombre libre es el que no desea nada.
No seas desproporcionado en tus ambiciones. Pretende sólo aquello que puedas obtener con toda seguridad. Sitúate sólidamente en el puesto que te corresponde. Una persona en un puesto superior a su capacidad es un espectáculo deplorable.
Sólo en la imaginación de los hombres encuentra toda la verdad una auténtica e innegable existencia. La imaginación, y no la invención, es la maestra suprema del arte y de la vida.
Enfrentarse, siempre enfrentarse, es el modo de resolver el problema. ¡Enfrentarse a él!.
Juzga a un hombre tanto por sus amigos como por sus enemigos.
No me gusta el trabajo, a nadie le gusta; pero me gusta que, en el trabajo, tenga la ocasión de descubrirme a mí mismo.
La fuerza de uno es solo un accidente que se deriva de la debilidad de los otros.