El peor pecado contra el prójimo no consiste en odiarle, sino en mirarle con indiferencia. Ésta es la esencia de la humanidad.
No hay nada más duro que la suavidad de la indiferencia
La indiferencia endurece el corazón y es capaz de eliminar cualquier rastro de afecto
Si nadie se molesta por lo que dices es que no has dicho absolutamente nada
El peor pecado hacia nuestros semejantes no es odiarlos, sino tratarlos con indiferencia; esto es la esencia de la humanidad
La Historia no es la maestra de la vida: nadie escarmienta.
La historia no es la maestra de la vida: nadie escarmienta
El júbilo verdadero sólo se adquiere a costa de un dolor vencido
La vida es una cadena de fracasos: hay que admitirla así