Lo que empieza en cólera acaba en vergüenza.
La ira: un ácido que puede hacer más daño al recipiente en la que se almacena que en cualquier cosa sobre la que se vierte.
La ira ofusca la mente, pero hace transparente el corazón.
La ira es como el fuego; no se puede apagar sino al primer chispazo. Después es tarde.
La cólera no nos permite saber lo que hacemos y menos aún lo que decimos.
Las diversiones constituyen la felicidad de quienes no saben pensar.
Bienaventurado el que nada espera, porque nunca sufrirá desengaños
Las diversiones son la felicidad de aquellos que no saben pensar
Un partido es la locura de muchos en beneficio de unos pocos
En la sombra, lejos de la luz del día, la melancolía suspira sobre la cama triste, el dolor a su lado, y la migraña en su cabeza