El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro.
Cuando nuestro odio es demasiado profundo, nos coloca por debajo de aquellos a quienes odiamos.
Si las masas pueden amar sin saber por qué, también pueden odiar sin mayor fundamento.
El odio nunca es vencido por el odio sino por el amor.
No desprecies a nadie: un átomo hace sombra.
Mediocre y trepador, y se llega a todo
Las gentes que a nada aspiran, nada arriesgan y para nada sirven. Ese es mi lema
Me apresuro a reírme de todo, para no verme obligado a llorar
Saber hacer vale más que saber
En materia de amor, demasiado es todavía poco