La mayoría de las personas gastan más tiempo y energías en hablar de los problemas que en afrontarlos.
El arte de vivir consiste menos en eliminar nuestros problemas que en aprender a convivir con ellos.
Es absolutamente imposible encarar problema humano alguno con una mente carente de prejuicios.
Yo sé que la muerte no resuelve nada, que todos los problemas hay que resolverlos de pie.
Plantearse los menos problemas posibles es la única manera de resolverlos.
Luchar contra nuestro destino sería un combate como el del manojo de espigas que quisiera resistirse a la hoz.
El amor hallará su camino, aunque sea a través de senderos por donde ni los lobos se aventurarían a seguir a su presa.
El arte, la gloria, la libertad se marchitan, pero la naturaleza siempre permanece bella.
El hombre es un péndulo entre la sonrisa y el llanto.
Cuando la edad enfría la sangre y los placeres son cosa del pasado, el recuerdo más querido sigue siendo el último, y nuestra evocación más dulce, la del primer beso.