Incluso si la contaminación fuese un riesgo para la vida humana, debemos recordar que la vida en la Naturaleza, sin tecnología, es un matadero al por mayor.
La naturaleza ha puesto en nuestras mentes un insaciable deseo de ver la verdad.
Sólo podemos dominar la naturaleza si la obedecemos.
La naturaleza es verdaderamente coherente y confortable consigo misma.
La proporción entre la obra humana y la naturaleza es la misma que media entre el hombre y dios.
A una madre se la quiere siempre con igual cariño y a cualquier edad se es niño cuando una madre se muere.
Un hijo es una pregunta que le hacemos al destino.
Saber sufrir y tener el alma recia y curtida es lo que importa saber; la ciencia del padecer, es la ciencia de la vida.