Una triple bendición son nuestros amigos: vienen, se quedan y se van.
El amigo debe ser como la sangre, que acude a la herida sin esperar que lo llamen.
Si quieres hallar en cualquier lado amistad, dulzura y poesía, llévalas contigo.
De ningun bien se goza en la posesión, sin un compañero.
En la prosperidad nuestros amigos nos conocen; en la adversidad los conocemos a ellos.
Madre: la palabra más bella pronunciada por el ser humano.
La más bella palabra en labios de una persona es la palabra madre, y la llamada más dulce: madre mía.
No busques al amigo para matar las horas, sino búscale con horas para vivir.
Vuestra alegría es vuestra tristeza sin máscara.
La más bella palabra en labios de un hombre es la palabra madre, y la llamada más dulce: madre mía.