No hay camino para la paz; la paz es el camino.
Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados los Hijos de Dios.
La paz no se escribe con letras de sangre, sino con la inteligencia y el corazón.
La paz comienza con una sonrisa.
Que tu pensamiento no rebase el tiempo presente; he aquí el secreto de la paz.
Yo trato de privarme de ideas. Todos los días me quito alguna, pero siempre me quedan demasiadas.
Impera la necesidad de buscar padres y guías. Habría que llamar a los jóvenes a la renuncia auténtica de todo liderazgo
Enorgullécete de tu fracaso que sugiere lo limpio de tu empresa