Lo que no es útil para la colmena no es útil para la abeja.
Un pueblo oprimido tiene derecho a levantarse y a romper sus cadenas en cuanto pueda.
¡Ay de los pueblos gobernados por un Poder que ha de pensar en la conservación propia!
Hay pueblos a los que se les soborna con el nivel de vida para no se paren a pensar por dónde anda el nivel de su vida.
El que es elegido príncipe con el favor popular debe conservar al pueblo como amigo.
La felicidad ininterrumpida aburre: debe tener alternativas.
Los médicos no son para eso; su misión es recetar y cobrar; el curarse o no es cuenta del enfermo.
El celoso ama más, pero el que no lo es ama mejor.
Somos fácilmente engañados por aquellos a quienes amamos.
Esforcémonos en vivir con decencia y dejemos a los murmuradores que digan lo que les plazca.