Para hacer el bien hay que tener el valor de sufrir y sobrellevar las contrariedades
La auténtica riqueza del ser humano es el bien que hace al mundo
Las nociones de bien y de mal son innatas en el alma humana
El hombre que hace el mal sufre en este mundo y sufre en el otro. Sufre y se lamenta al ver todo el daño que ha hecho. Sin embargo, el hombre que hace el bien es feliz en este mundo y también lo es en el otro. En ambos mundos se regocija, viendo todo el bien que ha hecho
Si llegamos hasta el final de nuestra historia, veremos que muchas veces el Bien está disfrazado de Mal, pero continúa siendo el Bien
La felicidad tiene la virtud de suprimir la vejez.
Todo el conocimiento, la totalidad de preguntas y respuestas se encuentran en el perro.
La juventud es feliz porque tiene la capacidad de ver la belleza. Cualquiera que conserve la capacidad de ver la belleza jamás envejece.
El progreso se evapora y deja atrás una estela de burocracia.
La desgracia de Don Quijote no fue su fantasía, sino Sancho Panza.