La literatura no es un pasatiempo ni una evasión, sino una forma, quizá la más completa y profunda, de examinar la condición humana.
Escribir para niños es un don, como la poesía, que no está al alcance de cualquiera.
Yo en todos los libros acostumbro a leer el prefacio, porque a veces suele ser lo mejor de la obra.
Un pueblo sin literatura es un pueblo mudo.
No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.
La felicidad tiene la virtud de suprimir la vejez.
Todo el conocimiento, la totalidad de preguntas y respuestas se encuentran en el perro.
La juventud es feliz porque tiene la capacidad de ver la belleza. Cualquiera que conserve la capacidad de ver la belleza jamás envejece.
El progreso se evapora y deja atrás una estela de burocracia.
La desgracia de Don Quijote no fue su fantasía, sino Sancho Panza.