Todo nuestro descontento por aquello de lo que carecemos procede de nuestra falta de gratitud por lo que tenemos.
Agradece a la llama su luz, pero no olvides el pie del candil que, constante y paciente, la sostiene en la sombra.
Sentir gratitud y no expresarla es como envolver un regalo y no darlo.
El tiempo hace estragos en la gratitud, aún más que en la belleza.
El agradecimiento es la parte principal de un hombre de bien.
Más que un dolor para el mal que hemos causado, nuestro arrepentimiento es un temor del mal que nos pueda suceder
Mayor pereza invade nuestro espíritu que nuestro corazón
Cuando no se encuentra descanso en uno mismo, es inútil buscarlo en otra parte
Para saber bien las cosas, hay que conocerlas con todo detalle; y como los detalles son casi infinitos, nuestros conocimientos son siempre superficiales e imperfectos
La sinceridad es una efusión del corazón. Muy pocos la tienen; y la que ordinariamente vemos no es sino un refinado disimulo para ganar la confianza de los demás