El ojo recibe de la belleza pintada el mismo placer que de la belleza real.
La belleza complace los ojos; la dulzura encadena el alma.
Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla.
La belleza es ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica.
¿No ves tú que, entre las humanas bellezas, un bellísimo rostro detiene a los transeúntes mejor que las riquezas que lo encuadran?
Únicamente nos ayuda aquel que nos hace comprender que las cosas pierden para nosotros su valor ficticio y su poder tiránico, tan pronto como llegamos a libertar de ellas nuestro espíritu.
La diferencia entre lo sutil y lo vulgar no está más que en tu ignorancia.
Cada criatura, al nacer, nos trae el mensaje de que Dios todavía no pierde la esperanza en los hombres.
No es el martillo el que deja perfectos los guijarros, sino el agua con su danza y su canción.
La poesía es el eco de la melodía del universo en el corazón de los humanos.