Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera.
Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti.
Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no te consideres obligado a llevársela.
Prefiero que me incineren a que me sepulten y ambas cosas a un fin de semana con mi mujer.
Frío e insípido es el consuelo cuando no va envuelto en algún remedio.
Cada uno de los movimientos de todos los individuos se realizan por tres únicas razones: por honor, por dinero o por amor.
Sólo hay dos palancas que muevan a los hombres: el miedo y el interés.
La batalla más difícil la tengo todos los días conmigo mismo.
Cuando quiero que un asunto no se resuelva lo encomiendo a un comité.
No hay que temer a los que tienen otra opinión, sino a aquellos que tienen otra opinión pero son demasiado cobardes para manifestarla.