A todo hombre le es concedido conocerse a sí mismo y meditar sabiamente.
Pensar es como vivir dos veces.
El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho.
Saber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe; he aquí el verdadero saber.
Lo que sabemos es una gota de agua, lo que ignoramos es el océano.
Los países libres son aquellos en los que son respetados los derechos del hombre y donde las leyes, por consiguiente, son justas.
La muerte es el comienzo de la inmortalidad.
Nadie puede elevarse por encima de los límites de su carácter
El que pide con timidez se expone a que le nieguen lo que pide sin convicción
Almas de fango, que no estimais mas que el oro, no quiero tocar vuestros tesoros, por impuro que sea su origen