Quien mira demasiado las cosas ajenas no disfruta las propias.
Hasta que hayas muerto no esperes alabanzas limpias de envidia.
La envidia es el más sociable de los vicios. Proviene de nuestro carácter de animales gregarios.
El rico no gozaría nada si le faltase la envidia de los demás.
A menudo hacemos ostentatación de nuestras pasiones, incluso de las más criminales, pero la envidia es una pasión timida y vergonzosa que nunca nos atrevemos a confesar.
Más que un dolor para el mal que hemos causado, nuestro arrepentimiento es un temor del mal que nos pueda suceder
Mayor pereza invade nuestro espíritu que nuestro corazón
Cuando no se encuentra descanso en uno mismo, es inútil buscarlo en otra parte
Para saber bien las cosas, hay que conocerlas con todo detalle; y como los detalles son casi infinitos, nuestros conocimientos son siempre superficiales e imperfectos
La sinceridad es una efusión del corazón. Muy pocos la tienen; y la que ordinariamente vemos no es sino un refinado disimulo para ganar la confianza de los demás