Tres clases hay de ignorancia: no saber lo que debiera saberse, saber mal lo que se sabe, y saber lo que no debiera saberse.
En la amistad y en el amor se es más feliz con la ignorancia que con el saber.
Nada perturba tanto la vida humana como la ignorancia del bien y el mal.
La ignorancia genera confianza más frecuentemente que el conocimiento. Son los que saben poco, y no los que saben más, quienes afirman tan positivamente que este o aquel problema nunca será resuelto por la ciencia.
El malo lo es por ignorancia, y por tanto se cura de ello con la sabiduría.
Todos debieran de comprender que cuando agregan a sus amigos a Facebook, están trabajando gratis para las agencias de inteligencia de los Estados Unidos construyéndoles esta base de datos
Wikileaks ha publicado más documentos clasificados que toda la prensa mundial junta. Eso no es algo que diga para demostrar lo exitosos que somos sino, más bien, para mostrar el alarmante estado del resto de los medios de comunicación
Es imposible corregir abusos a no ser que sepamos que están sucediendo
La pregunta es, ¿quién está promoviendo la ignorancia? Bueno, esas organizaciones que tratan de mantener las cosas en secreto, y esas organizaciones que distorsionan información verdadera para hacerla falsa o desvirtuada. En esta última categoría, está la mala prensa
Son los medios los que controlan los límites de lo políticamente permisible, así que es mejor cambiar los medios