Lo que empieza en cólera acaba en vergüenza.
La ira: un ácido que puede hacer más daño al recipiente en la que se almacena que en cualquier cosa sobre la que se vierte.
La ira ofusca la mente, pero hace transparente el corazón.
La ira es como el fuego; no se puede apagar sino al primer chispazo. Después es tarde.
La cólera no nos permite saber lo que hacemos y menos aún lo que decimos.
El tedio es una tristeza sin amor
Dad consejo a tiempo y daréis pocos
La gratitud es una virtud más propia de los desgraciados que de los afortunados
¿Queréis libraros de algunos e inoportunos que os llaman amigo? Pedidles un favor que no satisfaga su vanidad