A fuerza de construir bien, se llega a buen arquitecto.
La arquitectura tiene el monopolio del espacio. Solamente ella, entre todas las artes, puede dar al espacio su valor pleno
La arquitectura es el testigo insobornable de la historia, por que no se puede hablar de un gran edificio sin reconocer en él el testigo de una época, su cultura, su sociedad, sus intenciones...
Lo triste de la arquitectura moderna es la resistencia de su material
Sólo recibiendo de la arquitectura emociones, el hombre puede volver a considerarla como un arte
Lo que se deja expresar, debe ser dicho de forma clara; sobre lo que no se puede hablar, es mejor callar.
De lo que no puedo hablar tengo la obligación de callarme.
No sé por qué estamos aquí, pero estoy completamente seguro de que no es para divertirnos.
Revolucionario será aquel que pueda revolucionarse a sí mismo.
Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo