El hombre es mortal por sus temores e inmortal por sus deseos.
Si el hombre alcanzara la mitad de los deseos que tiene, redoblaría sus inquietudes.
Amor y deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama.
Los deseos deben obedecer a la razón.
Sólo es inmensamente rico aquel que sabe limitar sus deseos.
El falso amigo es como la sombra que nos sigue mientras dura el sol.
¿Por qué, en general, se rehuye la soledad? Porque son muy pocos los que encuentran compañía consigo mismos.
Los locos abren los caminos que más tarde recorren los sabios.
No se llega a gran hombre si no se tiene el coraje de ignorar una infinidad de cosas inútiles.
A muchos sólo les motiva el dinero para ser honestos.