La historia no es más que una maldita cosa tras otra.
El valor de la historia no es científico, sino moral. La historia, el liberalizar la mente, profundizar en las simpatías y fortalecer la voluntad, nos permite controlar, no la sociedad, sino algo mucho mucho más importante, a nosotros mismos; nos prepara para vivir de una forma mucho más humana en el presente y enfrentarnos al futuro en lugar de predecirlo.
Si uno pudiera revivir para los otros algunas de las antiguas y complejas intrigas, muertas y cubiertas de telarañas, e insuflar aliento y carácter en los nombres muertos y en los rígidos retratos. Eso, en mi opinión, es historia.
La parte mas filosófica de la historia es hacer conocer las tonterias cometidas por los hombres.
Sin democracia la libertad es una quimera.
Recurrimos a la televisión para apagar el cerebro, y a la computadora para encenderlo.
Estoy convencido que la mitad de lo que separa a los emprendedores con éxito y los que no tienen éxito es la pura perseverancia. Es tan difícil, pones tanto de tu vida en esto, hay momentos tan duros en que la mayoría se da por vencida, no los culpo, es muy difícil y consume gran parte de tu vida. A menos que tengas mucha pasión en lo que haces no vas a sobrevivir, vas a darte por vencido.
Cuando se innova, se corre el riesgo de cometer errores. Es mejor admitirlo rápidamente y continuar con otra innovación.
Ser el hombre más rico en el cementerio no me importa… Ir a la cama por la noche diciendo que hemos hecho algo maravilloso… Eso es lo que me importa.
Estoy convencido de que la mitad de lo que separa a los emprendedores exitosos de los que no triunfan es la perseverancia.