El sufrimiento purifica. Aquel que sepa sufrir mejor, hará mejor obra.
Quien todo sabe sufrir, a todo puede atreverse.
En la medida en que el sufrimiento de los niños está permitido, no existe amor verdadero en este mundo.
Nuestros sufrimientos son caricias bondadosas de Dios, llamándonos para que nos volvamos a Él, y para hacernos reconocer que no somos nosotros los que controlamos nuestras vidas, sino que es Dios quien tiene el control, y podemos confiar plenamente en Él.
No hay razón para buscar el sufrimiento, pero si éste llega y trata de meterse en tu vida, no temas; míralo a la cara y con la frente bien levantada.
Creo que el odio es un sentimiento que sólo puede existir en ausencia de toda inteligencia.
Debemos desconfiar unos de otros. Es nuestra única defensa contra la traición.
Siempre hay un tiempo para marchar aunque no haya sitio a donde ir
Siempre he dependido de la amabilidad de los extraños
Toda la gente cruel se describe a sí misma como el parangón de la franqueza