No hay camino para la paz; la paz es el camino.
Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados los Hijos de Dios.
La paz no se escribe con letras de sangre, sino con la inteligencia y el corazón.
La paz comienza con una sonrisa.
Que tu pensamiento no rebase el tiempo presente; he aquí el secreto de la paz.
Olvidemos el pasado: aquellos no éramos nosotros
El amor nunca tiene razones. Y la falta de amor tampoco. Todo son milagros
El deber del hombre ante la vida es seguir adelante
La vida es para todo hombre una solitaria celda, cuyos muros son espejos