El hambre espía en la casa de los pobres, pero si la habitan personas trabajadoras, no se atreve a entrar.
El camino hacía la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro.
El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan.
Si todo el año fuese fiesta, divertirse sería más aburrido que trabajar.
El trabajo aleja de nosotros tres grandes males: el aburrimiento, el vicio y la necesidad.
El éxito no es definitivo, el fracaso no es fatídico. Lo que cuenta es el valor para continuar.
Soy optimista. No parece muy útil ser otra cosa.
Las actitudes son más importantes que las aptitudes.
Evito siempre predecir de antemano, porque es mucho más fácil hacerlo a posteriori
Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad; un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad