Todo lo que trabaja para el desarrollo de la cultura trabaja también contra la guerra.
Por exceso de sabiduría el sabio se vuelve tonto.
Más sabe el diablo por viejo que por diablo.
Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano.
La máxima especialización equivale a la máxima incultura.
Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis.
El signo más cierto de la sabiduría es la serenidad constante.
Mil rutas se apartan del fin elegido, pero hay una que llega a él.
Los libros son el mejor viático que he encontrado para este humano viaje.
Es preciso prestarse a los otros, pero no darse sino a uno mismo.