Para hacer el bien hay que tener el valor de sufrir y sobrellevar las contrariedades
La auténtica riqueza del ser humano es el bien que hace al mundo
Las nociones de bien y de mal son innatas en el alma humana
El hombre que hace el mal sufre en este mundo y sufre en el otro. Sufre y se lamenta al ver todo el daño que ha hecho. Sin embargo, el hombre que hace el bien es feliz en este mundo y también lo es en el otro. En ambos mundos se regocija, viendo todo el bien que ha hecho
Si llegamos hasta el final de nuestra historia, veremos que muchas veces el Bien está disfrazado de Mal, pero continúa siendo el Bien
El que oye música, siente que su soledad se puebla de repente.
Cuando un hombre está ocupado, piensa en el reposo con delectación; pero apenas descansa, enseguida siente la necesidad de estar ocupado.
El que escucha música siente que su soledad, de repente, se puebla.
¡Envejece conmigo! Lo mejor está aún por llegar.
Ama un solo día y el mundo habrá cambiado.