Para hacer el bien hay que tener el valor de sufrir y sobrellevar las contrariedades
La auténtica riqueza del ser humano es el bien que hace al mundo
Las nociones de bien y de mal son innatas en el alma humana
El hombre que hace el mal sufre en este mundo y sufre en el otro. Sufre y se lamenta al ver todo el daño que ha hecho. Sin embargo, el hombre que hace el bien es feliz en este mundo y también lo es en el otro. En ambos mundos se regocija, viendo todo el bien que ha hecho
Si llegamos hasta el final de nuestra historia, veremos que muchas veces el Bien está disfrazado de Mal, pero continúa siendo el Bien
La peor soledad que hay es el darse cuenta de que la gente es idiota.
La enseñanza se ha puesto muy complicada, y uno ya no sabía ni qué enseñar, ni cómo enseñar, ni a quién enseñar.
Cuando hay dinero de por medio es muy difícil la libertad.
La conducta humana no revela la verdad porque el hombre es un animal que miente
Una buena mentira hay que contarla por etapas, como toda narración bien compuesta