El patriotismo en el campo de batalla consiste en conseguir que otro desgraciado muera por su país antes de que consiga que tu mueras por el tuyo.
El que no ama su patria no puede amar nada.
Debemos amar a nuestro país aunque nos trate injustamente.
No reniego del patriotismo, pero primeramente soy un ser humano, y cuando ambas cosas son incompatibles, siempre le doy la razón al ser humano.
Aléjate presuroso de los que emplean el tiempo en repetir que son patriotas y viven del patriotismo de los demás.
Confieso que tengo una ambición, una sola y gran ambición personal: quisiera que el nombre de Evita figurase alguna vez en la historia de mi patria
Yo no me dejé arrancar el alma que traje de la calle, por eso no me deslumbró jamás la grandeza del poder y pude ver sus miserias. Por eso nunca me olvidé de las miserias de mi pueblo y pude ver sus grandezas
Solamente los fanáticos, que son idealistas y son sectarios, no se entregan. Los fríos, los indiferentes, no deben servir al pueblo. No pueden servirlo aunque quieran
Lo único que los mueve es la envidia. No hay que tenerles miedo: la envidia de los sapos nunca pudo tapar el canto de los ruiseñores
Con las cenizas de los traidores construiremos la Patria de los humildes