El saber es la única propiedad que no puede perderse.
No se puede desatar un nudo sin saber cómo está hecho.
Vale más saber alguna cosa de todo, que saberlo todo de una sola cosa.
Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos.
Cada día sabemos más y entendemos menos.
La superstición en que fuimos educados conserva su poder sobre nosotros aun cuando lleguemos a no creer en ella.
¿Cómo se llama al animal más temible? Preguntó un rey a cierto sabio. Y éste respondió: los salvajes le llaman tirano; los mansos, adulador.
Un sólo pensamiento de gratitud hacia el cielo, es la oración más perfecta
La palabra casualidad es una blasfemia; nada bajo el Sol sucede por casualidad
Se sienten menos necesidades cuanto más se sienten las ajenas