Prefiero los malvados a los imbéciles. Aquéllos, al menos, dejan algún respiro.
El mundo no está amenazado por las malas personas, sino por aquellas que permiten la maldad.
La maldad no es algo sobrehumano, es algo menos que humano.
Cuando mejor es uno, tanto más difícilmente llega a sospechar de la maldad de los otros.
El recuerdo del mal pasado es alegre.
Mejor es morir de una vez que vivir siempre temiendo por la vida.
Los verdaderos amigos se encuentran en las desgracias.
Los dioses ayudan a los que se ayudan a sí mismos.
La rueda más deteriorada del carro es la que hace más ruido.
Nuestro carácter nos hace meternos en problemas, pero es nuestro orgullo el que nos mantiene en ellos.