El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro.
Cuando nuestro odio es demasiado profundo, nos coloca por debajo de aquellos a quienes odiamos.
Si las masas pueden amar sin saber por qué, también pueden odiar sin mayor fundamento.
El odio nunca es vencido por el odio sino por el amor.
No desprecies a nadie: un átomo hace sombra.
Un hijo es un acreedor dado por la naturaleza.
Yo honro con el nombre de virtud a la costumbre de realizar acciones penosas y útiles a los demás.
Lo que hace tan agudo el dolor de los celos, es que la vanidad no puede ayudar a soportarlo.
Los celos pueden constituir un modo nuevo de probar el amor, más pueden también ofender la dignidad de una mujer perfectamente delicada.
El enamorado celoso soporta mejor la enfermedad de su amante que su libertad.