Quizá, el camino más directo para conquistar la fama sea el afirmar con seguridad y pertenencia y, por cuantos modos sea posible, el haberla conquistado.
Vuestra fama es como la flor; que brota y muere; y la marchita el mismo sol que la hizo nacer de la acerba tierra.
No se alcanza la fama reclinado en blanda pluma, ni al abrigo de colchas.
La fama trae la soledad. El éxito es tan frío como el hielo y tan poco hospitalario como el Polo Norte.
A menudo los grandes son desconocidos o peor, mal conocidos.
El más poderoso hechizo para ser amado es amar.
Todos los vicios dan treguas; el glotón se agita, el deshonesto se enfada; el bebedor duerme, el cruel se cansa; pero la vanidad del mundo nunca dice basta, siempre locura y más locura.
Más vale un grano de cordura que arrobas de sutileza.
El cuerdo de todo sale airoso por el atajo de la galantería.
El primer paso de la ignorancia es presumir de saber.