A todo hombre le es concedido conocerse a sí mismo y meditar sabiamente.
Pensar es como vivir dos veces.
El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho.
Saber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe; he aquí el verdadero saber.
Lo que sabemos es una gota de agua, lo que ignoramos es el océano.
Quien no es capaz de desprenderse de un tesoro en un momento de necesidad es como un esclavo encadenado.
El trabajo que nunca se empieza es el que tarda más en finalizarse.
Los traicioneros son siempre desconfiados
Creo que lo que llaman cuentos de hadas es una de las formas más grandes que ha dado la literatura, asociada erróneamente con la niñez
Si diéramos a la comida, la alegría y las canciones más valor que al oro, este sería sin duda un mundo más feliz