Quien siempre dice la verdad, puede permitirse tener mala memoria.
Si dudo, si me alucino, vivo. Si me engaño, existo. ¿Cómo engañarme al afirmar que existo, si tengo que existir para engañarme?
Sería necesario imponer esta regla: no repetir jamás una afirmación malévola sin verificar su contenido. Aunque es cierto que así nunca se hablaría de nada.
Un chisme es como una avispa; si no puedes matarla al primer golpe, mejor no te metas con ella.
Un buen mentiroso sabe que la mentira más efectiva es siempre una verdad a la que se le ha sustraído una pieza clave
Todos deseamos llegar a viejos y todos negamos que hemos llegado.
Hay libros cortos que, para entenderlos como se merecen, se necesita una vida muy larga.
Mala cosa cuando en el ánimo se representa la temeridad con rostro de valentía, y la cordura con rostro de cobardía.
En la obediencia está la paz de todas las cosas; a Dios primero, a la razón y a la justicia.
La paciencia es virtud vencedora. La impaciencia es vicio del demonio.