Por bien que uno hable, si habla en demasía acabará diciendo alguna necedad.
Quien de verdad sabe de qué habla, no encuentra razones para levantar la voz.
Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar toda duda.
Despacito y buena letra: el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas.
Hablar con reposo, pero no de manera que parezca que te escuchas a ti mismo; que toda afectación es mala.
¡Navidad! Es el tiempo para prender el fuego de la hospitalidad del salón, la llama genial de la caridad en el corazón.
Un padre puede darle la espalda a su hijo, hermanos y hermanas pueden convertirse en inveterados enemigos, los maridos pueden abandonar a sus esposas, pero el amor de una madre dura para siempre
Cuando una persona le dice a otra que se ve muy joven, debe tener la certeza de que se está envejeciendo
Navidad es la temporada para encender el fuego de la hospitalidad en la sala, la llama genial de la caridad en el corazón
El amor jamás se pierde, si no es correspondido, retornará, suavizará y purificará el corazón