La perversión y la desidia del espíritu corren parejas con las del cuerpo.
El espíritu gobierna el universo.
Si el espíritu es un atributo divino, una existencia conforme al espíritu será verdaderamente divina.
El cuerpo humano no es más que apariencia, y esconde nuestra realidad. La realidad es el alma.
Con el espíritu sucede lo mismo que con el estómago: sólo puede confiársele aquello que pueda digerir.
Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año.
El recuerdo, como una vela, brilla más en Navidad.
¡Feliz, feliz Navidad, la que hace que nos acordemos de las ilusiones de nuestra infancia, le recuerde al abuelo las alegrías de su juventud, y le transporte al viajero a su chimenea y a su dulce hogar!.
El hombre nunca sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta.
Jamás habría tenido éxito en la vida si no hubiera yo prestado a la cosa más nimia de que me ocupé la misma atención y cuidado que he prestado a la más importante.