Por más contento que esté una pena en mi se esconde, que la siento en no sé dónde y nace de no se qué.
La alegría es, ante todo, fomento de la salud.
Un espíritu alegre es la mayor bendición de que un hombre es capaz en este mundo. Y si en este mundo tal felicidad surge del sometimiento de los propios deseos, en el otro vendrá de su cumplimiento.
Dios ha puesto el placer tan cerca del dolor que muchas veces se llora de alegría.
La primera de las virtudes es la alegría; es preciso que el que obra bien se regocije de su propia conducta.
La esperanza le pertenece a la vida, es la vida misma defendiéndose.
Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma.
En realidad las cosas verdaderamente difíciles son todo lo que la gente cree poder hacer a cada momento.
Yo creo que desde muy pequeño mi desdicha y mi dicha, al mismo tiempo, fue el no aceptar las cosas como me eran dadas.
Después de los cuarenta años la verdadera cara la tenemos en la nuca, mirando desesperadamente para atrás.