Antiguamente, cuando las fortunas se hacían en la guerra, la guerra era un negocio; ahora que las fortunas se hacen en los negocios, los negocios son una guerra.
El que quiera prosperar en sus negocios hágalos por sí mismo, y si quiere que todo le salga mal, no tiene más que confiarlos a manos ajenas.
Si el vino perjudica tus negocios, deja tus negocios.
Para hacer negocios no se requiere ingenio, basta con no tener delicadeza.
He aquí una regla fundamental en los negocios: házselo a los demás, puesto que ellos te lo harán a ti.
Dios que nos dio la vida no dio la libertad al mismo tiempo.
La amistad es valiosa, tanto a la sombra como a la luz del sol.
El trabajo hecho a gusto no cansa jamás.
Una sola cosa nos explica bien la historia y es en qué consisten los malos gobiernos.
Un poco de rebelión de vez en cuando es buena cosa.