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Las grandes aflicciones jamás han enseñado, y mientras dure el mundo jamás enseñarán ninguna buena lección a parte alguna de la humanidad. Las miserias extremas, igual que las más grandes dichas, dejan ciegos a los hombres.
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Las personas que nunca se preocupan por sus antepasados jamás mirarán hacia la posteridad.
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La primera y la más simple emoción que descubrimos en la mente humana es la curiosidad.
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Cuida tu ambición. Puede volar pero también arrastrarse.
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Nunca puedes planear el futuro a través del pasado.