No hay camino para la paz; la paz es el camino.
Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados los Hijos de Dios.
La paz no se escribe con letras de sangre, sino con la inteligencia y el corazón.
La paz comienza con una sonrisa.
Que tu pensamiento no rebase el tiempo presente; he aquí el secreto de la paz.
La vida es el arte de sacar conclusiones suficientes a partir de datos insuficientes.
Los más obstinados suelen ser los más equivocados, como todos los que no han aprendido a dudar.
Los bandidos te piden la bolsa o la vida; las mujeres exigen ambos
Aunque la sabiduría no puede adquirirse con oro, menos todavía puede adquirirse sin él