El patriotismo en el campo de batalla consiste en conseguir que otro desgraciado muera por su país antes de que consiga que tu mueras por el tuyo.
El que no ama su patria no puede amar nada.
Debemos amar a nuestro país aunque nos trate injustamente.
No reniego del patriotismo, pero primeramente soy un ser humano, y cuando ambas cosas son incompatibles, siempre le doy la razón al ser humano.
Aléjate presuroso de los que emplean el tiempo en repetir que son patriotas y viven del patriotismo de los demás.
¿Qué poco vale uno ya? Hasta las ratas se suben a ensuciar la azotea de los pensamientos. Esto es lo que hay de nuevo en mi vida: ratas. Ya tengo ratas, piojos, pulgas, chinches, sarna. Este rincón que tengo para vivir será muy pronto un parque zoológico, o mejor dicho, una casa de fieras
Hambrientamente lucho yo, con todas mis brechas, cicatrices y heridas, señales y recuerdos del hambre, contra tantas barrigas satisfechas: cerdos con un origen peor que el de los cerdos
El mundo es como aparece ante mis cinco sentidos, y ante los tuyos que son las orillas de los míos
Sangre que no se desborda, juventud que no se atreve, ni es sangre, ni es juventud, ni relucen, ni florecen
Cuerpos como un mar voraz, entrechocado, furioso. Solitariamente atados por el amor, por el odio, por las venas surgen hombres, cruzan las ciudades, torvos