Tres clases hay de ignorancia: no saber lo que debiera saberse, saber mal lo que se sabe, y saber lo que no debiera saberse.
En la amistad y en el amor se es más feliz con la ignorancia que con el saber.
Nada perturba tanto la vida humana como la ignorancia del bien y el mal.
La ignorancia genera confianza más frecuentemente que el conocimiento. Son los que saben poco, y no los que saben más, quienes afirman tan positivamente que este o aquel problema nunca será resuelto por la ciencia.
El malo lo es por ignorancia, y por tanto se cura de ello con la sabiduría.
Pensar es buscar claros en un bosque.
¡Le es tan fácil a una mujer hacerse amar! No necesita ser ni muy joven ni muy bella. Le basta extender la mano de cierta manera, para que el hombre ponga en seguida en ella su corazón.
Hay momentos en los que todo va bien: no te asustes, no duran.
El proyecto es el borrador del futuro. A veces, el futuro necesita cientos de borradores.
De vez en cuando di la verdad para que te crean cuando mientes.