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La cara no es jamás opaca del todo; el alma se muestra a través de sus muros.
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El alma más fuerte y mejor constituida es la que no se enorgullece ni enerva con los éxitos y a la que no abaten los reveses.
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Odio las almas estrechas; sin bálsamo ni veneno; hechas sin nada malo ni bueno.
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El mejor día es el día en que el alma tiene hambre y sed.
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El alma es un océano bajo la piel.