Una gran miseria en los hombres es que sepan tan bien lo que les es debido y que sientan tan poco lo que deben a los otros.
Nuestro deber es ser útiles, pero no como quisiéramos, sino como podamos.
Tener un hijo no es tener un ramo de rosas.
¿Has cumplido con tu deber? Confía en el Cielo que no te abandonará.
El primero de nuestros deberes es poner en claro cuál es nuestra idea del deber.
La mediocridad es excelente en los ojos de los mediocres.
La ternura es el reposo de la pasión.
No hay que elegir por esposa sino a la mujer que uno elegiría por amigo si fuera hombre.
Enseñar es aprender dos veces.
Buscando las palabras se encuentran las ideas.