El hombre es mortal por sus temores e inmortal por sus deseos.
Si el hombre alcanzara la mitad de los deseos que tiene, redoblaría sus inquietudes.
Amor y deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama.
Los deseos deben obedecer a la razón.
Sólo es inmensamente rico aquel que sabe limitar sus deseos.
La más estricta justicia no creo que sea siempre la mejor política.
Todo lo que soy o espero ser se lo debo a la angelical solicitud de mi madre.
Ha sido mi experiencia que gente que no tiene vicios tiene muy pocas virtudes.
Todos los hombres nacen iguales, pero es la última vez que lo son.
Mejor es callar y que sospechen de tu poca sabiduría que hablar y eliminar cualquier duda sobre ello.