Antiguamente, cuando las fortunas se hacían en la guerra, la guerra era un negocio; ahora que las fortunas se hacen en los negocios, los negocios son una guerra.
El que quiera prosperar en sus negocios hágalos por sí mismo, y si quiere que todo le salga mal, no tiene más que confiarlos a manos ajenas.
Si el vino perjudica tus negocios, deja tus negocios.
Para hacer negocios no se requiere ingenio, basta con no tener delicadeza.
He aquí una regla fundamental en los negocios: házselo a los demás, puesto que ellos te lo harán a ti.
La ocupación desplaza a la preocupación, y los problemas al enfrentarlos desaparecen. Así los problemas deben hacernos más fuertes, de los fracasos aprender y hacer de los éxitos estímulos callados
El trabajo bien hecho no es sólo una responsabilidad con la sociedad, es también una necesidad emocional
Lo que vale es tener los pies en la tierra, el concepto de la familia, los amigos; apreciar las cosas que tienen valor verdadero, no sólo material, no sólo físico
Hay que imponer nuestra voluntad a nuestras debilidades
No hay reto que no podamos alcanzar trabajando unidos con claridad de los objetivos y conociendo los instrumentos