No hay camino para la paz; la paz es el camino.
Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados los Hijos de Dios.
La paz no se escribe con letras de sangre, sino con la inteligencia y el corazón.
La paz comienza con una sonrisa.
Que tu pensamiento no rebase el tiempo presente; he aquí el secreto de la paz.
El conocer lo que tenemos delante de nosotros, en nuestra vida ordinaria, ésa es la principal sabiduría.
La soledad es a veces la mejor compañía, de modo que un corto retiro acelera un dulce retorno.
El sufrimiento purifica. Aquel que sepa sufrir mejor, hará mejor obra.
La soledad es a veces la mejor compañía, y un corto retiro trae un dulce retorno.
No cabe duda que la gente tiene que estar loca o extrañamente obcecada para cifrar la principal esperanza de su fidelidad o seguridad común en una sola persona, la cual, en el caso de que sea buena, no puede hacer más que otro hombre, y si es mala tiene poder para hacer más daño que millones de otros hombres