No hay camino para la paz; la paz es el camino.
Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados los Hijos de Dios.
La paz no se escribe con letras de sangre, sino con la inteligencia y el corazón.
La paz comienza con una sonrisa.
Que tu pensamiento no rebase el tiempo presente; he aquí el secreto de la paz.
La gota horada la roca, no por su fuerza sino por su constancia.
Apresúrate; no te fíes de las horas venideras. El que hoy no está dispuesto, menos lo estará mañana.
Nada es más útil al hombre que aquellas artes que no tienen ninguna utilidad.
Huyo de lo que me sigue; voy detrás de lo que huye de mí.
El que ha naufragado tiembla incluso ante las olas tranquilas.