No hay camino para la paz; la paz es el camino.
Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados los Hijos de Dios.
La paz no se escribe con letras de sangre, sino con la inteligencia y el corazón.
La paz comienza con una sonrisa.
Que tu pensamiento no rebase el tiempo presente; he aquí el secreto de la paz.
Unos tienen ingenio para hacer cosas bellas, otros para dar a entender que las cosas que hacen son bellas. Son dos ingenios diversos, pero ambos eficaces.
Nuestros pensamientos más importantes son los que contradicen nuestros sentimientos.
El problema de nuestros tiempos es que el futuro ya no es lo que era.
La historia es la ciencia de lo que nunca sucede dos veces.
Algunas veces la razón me parece ser la facultad de nuestra alma para no comprender nada de nuestro cuerpo.