Todos los días Dios nos da, junto con el sol, un momento en el que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices.
Para un ser consciente, el existir consiste en cambiar, en madurar, en crearse indefinidamente a sí mismo.
Somos criaturas tan tornadizas que acabamos por experimentar los sentimientos que fingimos.
Señor, concédenos la gracia de aceptar con serenidad las cosas que no pueden cambiarse y el coraje de cambiar las cosas que deberíamos cambiar, así como la sabiduría para distinguir las unas de las otras.
Sé tú mismo el cambio que deseas ver en el mundo.
El banquero es un señor que nos presta el paraguas cuando hace sol y nos lo exige cuando empieza a llover.
El trabajo consiste en lo que un organismo está obligado a hacer; el juego consiste en lo que un organismo no está obligado a hacer.
Cuando yo tenía catorce años, mi padre era tan ignorante que no podía soportarle. Pero cuando cumplí los veintiuno, me parecía increíble lo mucho que mi padre había aprendido en siete años.
Nadie se desembaraza de un hábito o de un vicio tirándolo de una vez por la ventana; hay que sacarlo por la escalera, peldaño a peldaño.
Aléjate de aquellas personas que tratan de empequeñecer tus ambiciones. Las personas siempre actúan así. Los realmente grandes te hacen sentir que tú también puedes ser grande.